viernes, 3 de mayo de 2013

"Chopada" de casi verano

Se acerca la estación de las pelusas y me atrevo a dejaros unas pocas, para ir preparando el terreno.


Calor y sin embargo nieva. Blancos copos plumosos sobre el parque vuelan a merced del soplo cálido, sin destino, leves, casi inexistentes como los sueños, pero tan reales.
Es en la pelusa de esos chopos donde quizá residan los deseos, como anhelos intangibles que se escapan con la brisa, llevan con ellos la música de las mareas lejanas, los secretos de las estrellas, el regalo de un beso, risas infantiles, el llanto de los tristes y el devenir de una nube convertida en tormenta, ilusiones, un adiós, un vuelve pronto y un te espero.
Nievan semillas algodonosas sobre el parque, como cada año, y me pregunto si con ellas viajarán también las fantasías que no se han cumplido todavía, y, si alguna llegará a su destino o quedarán perdidas y olvidadas, una vez más, otra vez, siempre.

2 comentarios:

  1. !!!Que bonito Esther!!! cuando llegue ese momento; el de la nieve cálida, me releeré tu micro el lugar de cagarme en la leche como siempre que las pelusas me hacen estornudar. jeje
    Un beso.

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  2. Marga, que no, que todo tiene que ver con las distancias y la visión poética. Hay que mirarlas desde el punto de vista de la poesía y a ser posible a través de la televisión, desde otra parte del mundo donde no haya pelusas.

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